Edición Uncuyo | Cultura
Por: Natalia Bulacio.
Se trata de un elenco social e independiente, que a través del humor,
el drama, la reflexión y el debate, intenta aportar alternativas de cambio que
nos permitan vivir en una sociedad más justa. El arte, en su rol social.
El Emú es un elenco de teatro social y educativo que surge a finales de
2009, con la intención de generar espacios de debate a partir de diversas
temáticas, generando herramientas para el cambio de realidades tanto
individuales como grupales. Este elenco, que cree en el teatro como un canal que permite la
expresión y fomenta el encuentro, apuesta a reconstruir valores sociales que
puedan transformar la realidad en la que vivimos. Surgidos con el
convencimiento de que el teatro es un instrumento al que todas las personas
deberían tener la posibilidad de acceder.
¿Qué hacen? Teatro. Así, comprometidamente. Apoyándose en que esta
herramienta artística, visibiliza los problemas que se encuentran naturalizados
por gran parte de la sociedad.
En la actualidad, El Emú continúa llevando a las escuelas de Mendoza su
obra "El club de las mujeres muertas", sobre violencia de género.
Además están estrenando la segunda obra sobre problemáticas
adolescentes: "Crecer en tiempos violentos", donde se abordan los
temas como el bullying, acoso escolar, embarazo adolescente, SIDA, bulimia y
anorexia y proyectos de vida. En estas instancias se trabaja y reflexiona con
docentes, directivos y alumnos.
El elenco está integrado por Florencia Marsala y Federico Coniglione.
Ellos actúan, dirigen, producen y difunden sus propias obras. Comenzaron a
realizar teatro desde muy pequeños. “El teatro no es otra cosa que una
herramienta de transformación social”, se apuran a decir, y así comienza la
entrevista.
¿Por qué trabajar sobre la violencia de género?
Florencia Marsala (F.M): Quisimos que nuestra primera obra fuese sobre
violencia de género porque sentimos una necesidad personal de visibilizar este
fenómeno social minimizado, mantenido y reforzado durante siglos en la
sociedad. Por eso escribimos “El club de las mujeres muertas”, intentando
llevar un mensaje de concientización a los más jóvenes, abriéndoles un abanico
de información sobre la temática.
Federico Coniglione (F.C): Además pretendemos enseñar cómo prevenir
situaciones de violencia hacia la mujer, usando el teatro como disparador para
poder lograr el diálogo con sus pares dentro de un marco de respeto e igualdad.
F.M: Después de dos años de llevar “El club de las mujeres muertas” a
diferentes escuelas e instituciones de Mendoza, nos encontramos este año con
una nueva obra sobre problemáticas adolescentes, llamada “Crecer en tiempos
violentos” con la cual buscamos concientizar sobre bullying, discriminación,
embarazo adolescente, enfermedades de transmisión sexual, bulimia y anorexia,
etc.
¿Por qué llevar adelante las obras en colegios y con ese público tan
particular?
F.C: Nosotros vamos a las escuelas (Secundarias, CEBAS, CENS)
adaptándonos a cualquier espacio físico para demostrar que el teatro se puede
realizar en todo ámbito. Es muy difícil lograr que el público en general vaya a
una sala a ver un espectáculo ya que no todas las personas tienen acceso
económico para pagar una entrada o ir hasta el teatro. Lo que hacemos tiene la
intención de reducir la brecha que hay entre el teatro y los distintos
contextos geográficos y económicos.
F.M: Nuestras obras van dirigidas, en primer lugar, a los adolescentes
y jóvenes, ya que se encuentran inmersos en una sociedad violenta y tienden a
reproducir en la escuela actitudes que obstaculizan su desarrollo y crecimiento
tanto individual como grupal, y desde nuestro lugar intentamos no naturalizar
este tipo de hechos y poder todos juntos pensar y reflexionar de qué manera
podemos revertirlos. También están dirigidas a público en general, ya que las
temáticas que elegimos nos atraviesan a todos e intentamos mostrarles un camino
alternativo donde se pueda convivir en un marco de respeto dentro de la misma
comunidad.
¿Quiénes escriben los guiones que interpretan?
F.C: Ambas obras han sido escritas por nosotros en largos procesos que
van desde elegir una temática, formarnos sobre la misma, reunirnos con
profesionales y especialistas de distintos ámbitos que manejen las
problemáticas, hasta sentarnos a escribirla y llevarla al cuerpo. Es una tarea
ardua, muy exigente, si tenemos en cuenta que somos sólo dos personas y es
mucho el tiempo de pre-producción. Sin embargo, el resultado final es altamente
gratificante ya que en estos tres años de trabajo la respuesta del público ha
sido muy positiva.
¿Cómo han sido recibidos? ¿A los colegios les interesa la propuesta?
F.M: Muy bien. Estamos muy contentos ya que la respuesta tanto por
parte de los adolescentes como por parte de los docentes y directivos de las
escuelas donde hemos ido, ha sido muy buena. Teniendo en cuenta que al ser El
Emú un elenco de teatro itinerante, hemos tenido la posibilidad de actuar en
diferentes contextos geográficos y sociales.
F.C: Y sí, a los colegios les interesa muchísimo nuestra propuesta
porque después de cada presentación realizamos un debate sobre la obra, hacemos
trabajar a los alumnos en grupo, opinan sobre lo que vieron, sobre lo que viven
en sus vidas cotidianas. Les ofrecemos un listado de películas que tratan la
temática, libros, documentales, teoría, lugares dónde recurrir en caso que lo
necesiten. Nos parece muy importante debatir después de cada función, ya que lo
nuestro no queda solo en la obra, sino que va más allá. La idea es que se
queden pensando en lo que vieron, reflexionando sobre lo que sintieron, y así
en conjunto poder impulsar medidas alternativas colectivas, que tengan la
capacidad de transformar esta situación.
¿Cómo se mantienen? ¿Reciben algún tipo de subsidio?
F.M: Nosotros intentamos mantenernos con las funciones que realizamos
en los colegios. Por ahora, el único subsidio que hemos recibido ha sido para
la compra de vestuario y accesorios. Nuestro objetivo es poder vivir de
nuestras obras y trabajos realizados, aunque se hace muy difícil, ya que
creemos que todavía en la provincia no está dignificado el trabajo del artista.
Más de una vez nos hemos encontrado con directivos que han rechazado la
propuesta porque piensan que al ser un elenco de teatro social actuamos gratis,
a pesar de que la entrada que cobramos es menor de lo que vale un paquete de
cigarrillos.
Ficha
El Emú es un elenco de teatro que “va de aquí para allá”, cuya
intención es generar espacios de debate sobre diversas temáticas. Actúan en
escuelas y distintas organizaciones para contribuir a la concientización de la
población sobre realidades que amenazan en muchos casos a la vida de los
adolescentes y jóvenes. No poca cosa.
Todos aquellos que se quieran comunicar con ellos, pueden hacerlo al correo
electrónico elemuteatro@gmail.com o al (0261) 155908558. Para más información
sobre lo que hace este elenco www.elencoelemu.blogspot.com. Una invitación para
reflexionar.